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Mexicanos... con escoba y aspiradora

David Cuen David Cuen,  BBC Mundo


El trabajo doméstico puede causar problemas entre parejas. La cantidad y calidad del trabajo que cada uno imprime a los quehaceres de la casa -como barrer, trapear, aspirar o lavar la ropa- varía no sólo entre parejas sino también, al parecer, entre países.

Un estudio que será publicado en la European Sociological Review de la Universidad de Oxford, encontró que los hombres mexicanos dedican mayor cantidad de horas a la semana a las labores del hogar.
De acuerdo con la investigación que se hizo en 34 países, los hombres de nacionalidad mexicana dedican 13,82 horas a la semana a los quehaceres en la casa.

Esta información es más relevante si se considera que, por ejemplo, en Japón los hombres sólo pasan 2,52 horas cada semana en las labores domésticas.

México, Brasil y Chile bajo la lupa

México aparece en el estudio junto a Chile y Brasil y el profesor Knud Knudsen, de la Universidad de Stavanger, Noruega, uno de los autores del reportaje habló con BBC Mundo al respecto.

"Es muy interesante lo que descubrimos. Estos tres países sobresalen al menos por dos cosas. Primero, en estos países, los hombres y las mujeres están haciendo más trabajo doméstico que en otras partes del mundo", reveló.

"Los latinoamericanos parecen pasar más tiempo en casa y con su familia, así que quizá disfrutan más que otros el trabajo doméstico o la vida familiar", aseguró Knutsen.

Sin embargo, hay diferencias entre estos tres países.

"Por ejemplo, la división del trabajo en casa en Brasil está más o menos en línea con la tendencia global. La mexicana, sin embargo, parece ser una sociedad más igualitaria, y en Chile la division de labor es menos igualitaria.", dijo Knutsen a BBC Mundo.

Y aunque los mexicanos tienen el estereotipo del machismo, los investigadores concluyeron que eran muy trabajadores en casa basándose en una encuesta de valores sociales que se levantó en 34 países a esposos o parejas en unión libre.

En la mitad de los casos el hombre contestó y en la otra mitad la mujer.

 

 

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